un vendemotos fomenta
intercambios de intereses,
y detrás un infante
interpreta lo chocante,
y cerca 3 madres
se cuentan qué las estresa,
y después un caniche
busca juego entre colillas,
y al lado un palomo
sale al paso de un quinqui,
y tras él 2 colegiales
ríen alto tontamente,
y un borracho cruza
como puede la calzada,
y en la acera que le espera
se hace un moño una morita,
y a un metro de ella
un indio come pipas,
y a 2 metros de él
un gato ronronea,
y alzando un parabrisas
un guardia masca chicle,
y bajo un viejo toldo
se rasca un viejo un ojo,
y con el no rascado
ve niñas abrazándose,
y delante de ellas
silba un barrendero,
pero ninguna reconoce
qué canción puede ser,
y el indio le tira
cáscaras al gato,
y el quinqui ahuyenta
al palomo con aplausos,
y el guardia lo ve
y el viejo pide fuego,
mientras las madres
se preguntan qué hora es,
mientras al caniche
el borracho le da mimos,
y de pronto la morita
necesita enamorarse,
y de pronto también
el infante se desespera;
pero mientras nadie,
nadie se acerca
a decirle al vendemotos
que se ha equivocado
de zona, época y pose.
18
de abril
de 2016,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en LO NORMAL SALE SANGRANTE,
autoeditado en septiembre de 2016)