como en el noventa
por ciento de las ocasiones,
esta impávida noche agria
recalo solo aquí pero...
espera ahí ahora quieto
esquinándote un poco,
esquinándote un poco,
y observa, observa,
porque no es del todo así:
los sofás,
la barra, el billar,
los lavabos, la zona
junto a los giradiscos,
el mezclador
y los viejos vinilos
de blues, jazz,
rock, soul...
todo está vacío
de personajes de suburbio
(por ahora)
así que
me acerco a un taburete
(que sé que nadie
vendrá aún a quitarme
mientras mee)
y a tony,
el talludo
narigudo barman
(que sé
que me dejará
aún en paz
mientras pague
por lo que beba)
meneando monedas
usadas con la diestra.
apoyo la mochila gris
llena d' escritos
en el taburete
junto a la pared
bajo el armario
lleno de latas
de conservas
que otra noche más
casi nadie necesitará.
el deporte rey
hoy ha terminado.
el relente
no tardará en sacar
de sus turnos finalizados
u hogares funestos
a los primeros calumniadores
camelados
por la latente
resignación.
no he vaciado
la copa de mi primera voll
mientras desfila
mientras desfila
por el tugurio
el primer derrotado del día
y toma taburete
cinco taburetes
y toma taburete
cinco taburetes
más allá del mío.
nos saludamos
brusca y desganadamente
brusca y desganadamente
(como poco conocidos
y malos compañeros
de tragos que somos).
tony y él ejercitan sus lenguas
contándose mandangas
que me pillan lejos,
poco comunicativo,
optando por dejar
que me surquen la cabeza
mareantes palabras,
guitarrazos,
temeridades...
pocos sorbos más tarde aparece
kurt el kurdo tuerto.
kurt el kurdo tuerto.
kurt raja más,
bastante más de la cuenta,
explayándose con cuentos,
acentuando de un modo
acentuando de un modo
que me incita a pasarme
al jack y observar el billar.
unas ralladas y hielos
encogidos más tarde
llega stephan farrón,
hostia la barra
con el puño izquierdo
y pide urgentemente
un gin tonic.
más tarde entran gitanos,
un viejales con pinta
de cardenal retirao,
una cuarentona con piel
sin cardenales visibles
que no me ofrece tabaco
cuando lo ansío
y acabará leyendo poemas
sin saber que son míos,
un par de calvos culés
preparados
p' arreglar el país
soltando perdigones,
p' arreglar el país
soltando perdigones,
una tipa baja y rellenita
con su hija
un poco más alta
y un poco
menos rellenita
y un poco
menos rellenita
pero igual de fea,
cazurra y golosa;
cazurra y golosa;
una embarazada
con su fortachón
marido ciclista,
con su fortachón
marido ciclista,
tres quinquis chistosos,
un moña rubio
que me ofrecerá
coca sobre el lavamanos,
un moña rubio
que me ofrecerá
coca sobre el lavamanos,
un argentino
que gesticulando mucho
le dice
que gesticulando mucho
le dice
a otro argentino:
¡le racholaré esa jeta
¡le racholaré esa jeta
de simio enterao
si vuelve a jugármela
si vuelve a jugármela
con el tema!,
un porreta que
nada más pisar el cuchitril
nada más pisar el cuchitril
actúa como si fuera
a darle un patatús
a darle un patatús
mencionando a un tal rick
que le busca p' hacer
que se coma los dientes,
que le busca p' hacer
que se coma los dientes,
un tío carca
muy mal hecho
que manosea
muy mal hecho
que manosea
vinilos
como si fueran
calabacines,
como si fueran
calabacines,
un hemafrodita sordo
que vende buena marihuana,
un sommelier
que me recomienda tintos
por menos de quince euros
y grupos de jazz
esenciales...
que vende buena marihuana,
un sommelier
que me recomienda tintos
por menos de quince euros
y grupos de jazz
esenciales...
y siguen,
siguen,
siguen llegando
siguen,
siguen llegando
extraños perdedores
que nunca conmigo
ni entre ellos
se han citado
que nunca conmigo
ni entre ellos
se han citado
pero si mantenemos
la calma
y las carteras
la calma
y las carteras
puede que no provoquen
enemistad, pero...
enemistad, pero...
espera ahí
ahora quieto
esquinándote un poco,
ahora quieto
esquinándote un poco,
(porque creo
que ya estoy bolinga)
que ya estoy bolinga)
y observa, observa,
porque no es del todo así:
porque no es del todo así:
igual todo no ha pasado
sólo esta noche...
sólo esta noche...
pero
pese a que por esta vez
pese a que por esta vez
reconozco haber alucinado
a mí me ha parecido que sí.
9
de septiembre
de 2012,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en ¡ESTRAGA!,
autoeditado en septiembre de 2013)