¿Prisa? Sí, mucha...
de acuerdo, no lo niego.
Prisa por mudar miedos,
por alcanzar directamente
la parte jugosa de una conversación,
por gozar de miserables
privilegios orgásmicos,
por desenredar ideas
de los pelos grasientos.....
prisa por que se desangre este día
desinteresado por la noche,
prisa por tocar suficiente barro
antes de verlo agrietado...
prisa por morir sin penas
mientras queden huevos para freír,
prisa tras la sombra que se encoge
y no prefiere despedirse.
Espiral de incomprensiones...
malos actos ocultos
en pequeños compartimentos
de pequeños y cutres baúles
robados por zarpas sin prisas
en antros de calles
que nacieron y crecieron sin más.
Fe y paciencia conviviendo a diario
con lo que hemos identificado
como vida*
es como usar hilo dental
tras un cepillado...
desesperante....
y generalmente ineficaz.
* estancia de duración indeterminada
en diversos lugares
y/o situaciones determinadas
por el humor del universo.
14
de septiembre
de 2009,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en ALQUILÉ MI VEJIGA AL INSOMNIO,
autoeditado en enero de 2011)