en mi norte por encontrar
hay una cama
deshecha sin cabecero
más confidente que cómoda
y se ahuman las vistas
de pedidores
de fuego
anónimo;
también hay oídos
vaciándose de regresión
y nubarrones de bordes brillantes
que nadie comenta típicamente.
en mi norte por encontrar
alcanza el fondo
de oscuras honduras
el peón puteado
y en las alturas
que déspotas marcan
revienta hartura variada.
por mi norte
por encontrar
dicen que pasean
guardando
la línea y distancias
aficionados
a follar y curiosear;
cuando sienten
que van tan aprisa
y desorientados
que no reconocen
sus propios pasos en falso
la verdad los sigue
atenta y pacientemente.
3
de agosto
de 2015,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en CIERTO VERDOR,
autoeditado en octubre de 2015)