puede
que no hiciera
bien el ceda
pero no venía
ningún coche
y me incorporé.
mi madre estaba
recién operada
de un juanete y
mi padre
de algo en un ojo;
por eso iba
de camino a verlos.
un ruido bestial
me acompañaba
conduciendo,
concretamente
i lived my life
to stand in the shadow
of your heart de
a place to bury
strangers... y
dos botellas
vacías de birra,
concretamente
la cusqueña peruana y
la avilys, una
con miel lituana,
estaban a la vista
sobre el salpicadero
cuando vi
que me adelantaban y
una mano fuera
de la ventanilla
me indicó que parase.
las escondí.
- ¿sabe Ud. que
no puede hablar
y conducir a la vez, no?
- no he sacado
mi teléfono del bolsillo,
agente.
- documentación.
el tío
ni salió del coche y
la tía volvió a acercarse
con los papeles,
con la misma jeta
de sobrada mal follada.
debieron de verme
rascándome una oreja
y l' echaron imaginación.
- bien, oiga,
le hemos visto claramente.
- oiga, agente, Ud. puede
comprobar mi móvil; verá
que no hay llamadas
hechas ni recibidas
en las 3 últimas horas.
- y Ud. no lleva
3 horas conduciendo, ¿no?
- no, no.
- ya, ya... escuche:
suelo equivocarme
en un 1% de los casos,
así que ya sabe qué le pasa
al 99 restante...
esta vez puede estar
Ud. en ese uno
pero ándese con ojo.
circule. buenas tardes.
20
de noviembre
de 2014,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en SED A TIEMPO,
autoeditado en diciembre de 2014)