domingo, 12 de febrero de 2017

SI NO SIRVES PARA SUFRIR

si no sirves para sufrir
no sirves para reanimarte,
desenamorarte,
ni para
artes maquiavélicas
ni trompicones
de metro
hasta los topes.

si no sirves tras
accidentarte,
tras enemistarte
o acercarte
al más desmenuzao
de los indigentes,
no hace falta
que te molestes en ser cordial
si coincidimos en el ascensor.

si sigues sin servir
al acariciar chuchos sedientos,
al suplicar por un achuchón
o al patearte 
tu gélido barrio de la infancia
durante algún noviembre apestoso,
es que tu cocorota rueda
evidentemente
defectuosa.

si crees tras un tiempo
que seguirás sin servir...
es que eres 
piel, pelo y huesos
(sólo eso)
concentrados e inservibles.


25 
de noviembre 
de 2011, 
dsbrdr. 


(originalmente incluido 
en CONTRA LOS CUERDOS, 
autoeditado en diciembre de 2012)