cuando entro
en esta cocina
en días como éste,
sentado frente
a una voll damm
y arroz chino noto
que he de escribir.
escribir
para compensar
demasiados tiempos
condicionados. escribir
para no fallarle
a una manual amiga duradera
que no me decepciona.
escribir para descubrir
humanidad faltante
y cargarme punzadas.
escribir pa que no falte
imaginación y buen humor.
escribir porque
moriré y haciéndolo no
moriré del todo tras morir.
escribir gracias a tratar
con hijos de perra
que culpan de esto,
aquello y lo de más allá
a hijos de perra
estando vacíos y llenos
de mierda a la vez.
escribir para necesitar
despertar y para saber
caerme solo mejor.
escribir porque no quiero
que más máquinas me digan
dónde, cuándo y por qué
he de hacer lo que
he de hacer. escribir
porque demasiados carteles
donde pone salida
llevan a un cielo pequeño
durante poco tiempo.
escribir porque
no me conformo
con ir tirando sin palabras.
escribir para conseguir
no irme lejos
de mí mismo replicando.
escribir porque no
escribir me entristece.
escribir porque
la historia y no sólo
la historia se escribe
la gane quien
la gane. escribir
para que la palabra,
vientos y humos aparte,
conserve creyentes.
escribir
hasta el último aliento
sin saber que lo es
y entonces,
justo antes
de sentirlo...
recordar
que escribir
y alimentarse
fueron
a menudo lo mismo.
19
de junio
de 2015,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en CIERTO VERDOR,
autoeditado en octubre de 2015)