desempañas tu lucidez al amanecer,
y ello requiere esperas...
te lavas, te aireas,
ocupas tu buga
y ello vuelve a requerirlas...
te acercas al cajero,
al bazar, a comisaría
y ahí las tienes: garantizadas.
ligas, te emborrachas,
me vendes algo...
y las tienes en primer plano.
me argumentas tu felicidad,
tu sensatez,
tu evolución incuestionable...
y las albergo en plan amable.
asiento ante quejas,
radiografío vacíos.
la fe
está menstruando mientras tanto...
y las vuelvo a tener solapadas
a mi callada coronilla.
hundo teclas no adiestradas
que no apalabran nada,
que intentaron morir;
reproduzco sonoras fantasías
que aporreo... garabateo,
soy depósito
de ciertos vertidos...
y entonces no siento pena,
rabia o histeria alguna
por esperar.
5
de octubre
de 2011,
dsbrdr.
(incluido originalmente
en OTR@S Y POCO MÁS,
autoeditado en noviembre de 2011)