domingo, 15 de enero de 2017

PIJOS BRASA IRRUMPIENDO

había quedao en reunirme con Elga
en el pub Kafka a las 23,15.
rajar un poco sobre cine,
festivales musicales actuales,
relaciones en horas bajas,
poemas cabezones...
trapicheos nada graves, ya sabes.

jueves al vacío.
estábamos solos:
yo dándole a una triple karmeliet
y los dueños no muy joviales
desfogándose con el futbolín.
ella llegó, sentó el ojete,
divagamos un rato y al rato
un pijaco de limpia camisa blanca
la tanteó con un mierda gin tonic.

sonaban los putos interpol y similares.
la calma dejó de resultar bienvenida
al entrar más basca finolis.
me pasé al jack con cola y otros pijos
interrumpieron nuestros tragos.

uno la conocía.
se pusieron del palo "cómo te va"
y el menda se explayó
con que había hecho una peli
que no sabía calificar
y otras patochadas de tres al cuarto.

el tiparraco que iba con él se presentó.
puse cara de: "me suda la tranca
tu nombre y cara" pero el caso
es que quería palique.
sorbí más cubata pa despegarme
de su catalán fangoso.

mencionó que actuaba en algún teatro,
y siguió dale que te pego
intentando ser enrollao.
le dije que escribía
pa darle coba.

fuimos a la entrada pal fumeteo,
Elga, el colega del pijaco del gin tonic,
el cineasta brasas, el teatrero colgao
y yo con las bolas ya infladas.

debía ser un jueves sin sucesos de peso.
¿acaso aquellos sobresaltados
no salían nunca?

ruló un poco
de hierba suavecilla,
de acercamiento majo 
del que no me camela,
de tuteo nefasto.

me quedé con ganas
de espachurrar
alguna napia de tono cargante,
para qué negarlo.


11 
de noviembre 
de 2011, 
dsbrdr. 


(incluido originalmente 
en CONTRA LOS CUERDOS, 
autoeditado en diciembre de 2012)