los
engreídos tricolor.
nuestro
azul,
rojo
y blanco
sistema
autoritario
tocapollas.
chicos
activos,
en
forma,
muy
dados
a
meterte en caravanas
porque
quieren
alumbrarte
la cara
pa
ver si tienes
granos
o
cicatrices.
efectivamente
inefectivos
pa
tratar con
ladrones
de clase alta.
efectivamente
en efectivo
has
de pagar
si
te enganchan en doble fila.
a
esos
déspotas
sicarios vaciletas
les
molaría empurarte por:
peinarte
poco y mal,
masticar
con la boca abierta,
llevar
tatuajes
que
no sean de la Generalitat,
dejarte
las uñas largas,
pronunciar
Barsa mal,
obsequiar
Smint
en
un festival
o
aplaudir fuera
del
teatro u ópera.
si
quieres
sentirte
futbolista,
sácate
la camiseta,
pero
te vendrán
con
algo un poco peor
que
una tarjeta.
me
paran tras un peaje,
interrogándome:
hola,
¿ha bebido
usted
esta noche?
nah
d' eso, agente, ni gota.
circule
entonces,
buenas
noches.
(matice,
ná
de
agua o zumo,
Judas
llevo 7).
estoy
dándole
a
un Daiquiri
con
una colega
en
una coctelería vacía,
vacía
sin contar
un
guiri paposo,
solo
e indefenso.
el
dueño solicita
sus
"servicios"
y
entran 4 "efectivos",
cuatro,
del palo
"venga,
pa fuera".
¿comisiones
por
zurras en cuadrilla?
te
los encuentras
entrenados,
colocados
estratégicamente
bajo
puentes,
junto
a rotondas,
entre
calzadas o cruces
para
apropiarse
de
una parte de tu paga
en
cuanto se te envalentone
la
bamba derecha.
los
pasas por la izquierda
con
cautela
contemplando
cómo
patrullan
p'
asegurarse
de
que te mantengas enmanillado
a
cada norma de derechas.
tan
rígidos
que
te imaginas
que
respiran por la nuca,
tan
uniformados
que
me recuerdan
a
un Playmobil sin peluca,
tan
cumplidores y legales
que
me entran ganas
de
organizar
un
atraco
o
un
secuestro
pa
conocerles.
7
de
diciembre
de
2011,
dsbrdr.
(inluido
originalmente
en
CONTRA LOS CUERDOS,
autoeditado
en diciembre de 2012)