cuando no queden disculpas
para mi descaro
te tentaré otra vez
(si a la vez
tú tiemblas no de frío)
con desnudez harta de moldes.
asistiré en ayunas
al funeral del reggaetón
con cincuenta navajas
oxidadas a mano.
... le mirará
por encima del hombro
a una zorra ebria
un jodido joyero
y de reojo a un cabrón pudiente
poetisas lesbianas mientras
yo les echo fotos
con la polla dura fuera...
quedarán
los huérfanos junto a un gran río
pa contarse buenos chistes,
saldrán equipados
de todas partes
reparadores de avaras almas,
ahuecará definitivamente el ala
cada bronco lelo fibrao,
serán todas las paredes
por las que subirse
de fuego vivo,,,,,
y no,
no habrá
quien quiera
convencerme
de q' el verdor
de ácidos y montes
no basta,
de q' el aliento
de las buenas noches
necesita mentolados,
de q' el desastre q' estoy hecho
seguirá sin nombre
cuando no queden disculpas
para mi descaro,
pero
ey, ey, ey,
bien, bien, bien,
se acabó la espera
porque acabo d' enterarme
de que no quedan.
13
de mayo
de 2013,
dsbrdr.
(originalmente incluido
en ¡ESTRAGA!,
autoeditado en septiembre de 2013)