domingo, 11 de marzo de 2018

CUATRO EN EL CUATROS

norberto: un cargante discutidor maldiciente de sus suertes: siendo buena por llegar tarde, siendo mala por parecerle injusta de más. estudioso, desgarbado, fumeta de hierba ajena a menudo. declarado por sí mismo izquierdista, reconocido como buenista digital entre el montón. 

corina: gritona poco melodiosa; ambiciosa en fase de perder escrúpulos. más teatral que cordial, más lianta que curranta. bebedora de algo más que findes; soñadora de carácter informativo menos rosa, menos negro, llamativo sin ser facilón, exclusivo sin ser vacilón. 

roberto: el tergiversador sanote, entregado a los tiempos, al ninguneo del estado, al morbillo demandado. derechista, rácano, pedante, imberbe, moña virgen a los 20. fantasea con falos de fachitas entre clase y clase absorto, contando botones de braguetas abrochadas. el futuro en sus manos es un pajote cíclico. alina: observadora desde siempre, mucho, y más borde que profunda en sus reflexiones. feminista, animalista, simplista, defensora de la verdad del pueblo como lanzadera hacia las únicas críticas útiles pal pueblo. pueblerina poco consumista, consumidora ocasional de farla y otros polvillos insanos. 

estudiaban juntos tercero de periodismo y habían estrechado ciertos lazos emocionales (llegando a colegueo, algo lejos de amistad, como contactos tanteándose), por eso habían quedado un domingo noche en el bareto cuatros, llamado así por cuatro motivos: uno: abría de 4 de la tarde a 4 de la madrugada. dos: había 4 espacios separados entre sí por gruesos paneles de vidrio opaco, con rock, pop, rap, punk, blues o electrónica yendo aleatoriamente de un espacio a otro mientras en el espacio 1 sólo se podía privar, en el 2 privar y fumar (sin aliño), en el 3 privar, fumar (también con aliño), drogarse suave y responsablemente y meter perros mansos, y en el 4 privar, fumar (sobre todo con aliño), drogarse sobradamente, follar incómodamente y meter todo tipo de animales educados (salvo ratas, cucarachas, escarabajos, babosas y cosas así). tres: si iban juntos 4 bebedores o más, el cuatros invitaba a 4 quintos en la cuarta ronda (en cualquier espacio). y cuatro: si consumías 16 rondas como mínimo tenías 4 rondas gratis (de quintos) en el cuarto espacio. 

pasados 4 minutos de las diez entraron los cuatro en el cuatros. la idea básica era sentarse y además de tal vez acabar desfasados en el cuarto espacio, leer en voz alta reflexiones individualmente desarrolladas, relacionando 4 temas escogidos entre los 4 posibles periodistas competentes: modernidad, muerte, sexo y edad. alina entró la primera al espacio uno sin saludar a nadie, luego salió y luego miró qué tal estaba el dos. le pareció bien pa empezar. entró. roberto la siguió fijándose en niñatos repeinados que brindaban y detrás roberto y corina discutían sobre qué espacio pisar primero para poder fumar. el dos de entrada les convenció. acordaron no esforzarse por llegar a 16 rondas. sonaba hornet's nest, un tema instrumental intensísimo de hendrix. enseguida vino un camarero cuarentón espitoso, pidieron y rápido volvió con 4 quintos. cabrían sin apretarse 20 cuerpos por espacio; en el dos había 5 más los suyos. se acomodaron, norberto ofreció tabaco industrial, roberto lo rechazó. tragaron birra y casi a la vez sacaron las cuartillas. corina tomó la palabra en plan presentación: "¡de puta madre! jóvenes... colóquense pero no sólo aquí. por eso estamos juntos aquí con papeles, ideas debatibles, ¡empuje por mostrar! ¡deshagámonos del enfoque de medias tintas! ¿quién se anima primero?" alina alzó un puño y habló: "la propuesta era relacionar brevemente en una especie de artículo de opinión modernidad, muerte, sexo y edad, ¿verdad? con eso entendí que debemos reflejar la importancia de sentirnos unidos ante sus azotes, ¿va de eso?" roberto contestó: "no exactamente. yo veo más el reto en razonar sobre por qué al juntarse esos 4 reveladores somos menos importantes cuando debería ser al revés." norberto habló: "tío, si en tu ensayo conservador lo ves así adelante, exponlo, léelo pero no impongas, hostias." roberto apuró el primer quinto y repuso: "saltó el progre de boquilla! ¡intentaba aclararle la jodida duda!" corina chafó el pitillo al intervenir: "¿todavía no diferenciamos en este país de comemierdas entre debatir y discutir? ¡aportación, señores, aportación!" pidieron la segunda ronda. llegó. llegaron 3 andrajosos y ocuparon sillones andrajosos. sonó london calling, eterno clásico de los clash. norberto leyó deseando no ser interrumpido: "la modernidad aceptada para disimular el viejo mata o muere hará de cualquier mortal de cualquier edad otro moderno atento al buen sexo evasor de todo aquello por lo que no se sacrificará ni la mitad que sus antepasados. pa él muerte será, gracias al sexo que le conecte con su real edad (no realidad), más final ridículo que amenaza permanente, indicándole salida hacia todos los cobijos con falso techo o ninguno." alina aplaudió suavemente, los otros 2 no. corina se echó un larguísimo trago y levantó un brazo, no para leer, sino para pedir la tercera ronda. "déjanos beber despacio, joder" dijo roberto. no fue así, ya que llegó la ronda y los botellines vacíos, semivacíos y llenos empezaron a mezclarse y acumularse. norberto propuso ir al espacio 3. haber leído sin ser interrumpido le había recordado que corina traía maría. fueron al 3. 8 fumetas lo ahumaban encorvados ante mesas bajas redondas, envueltos en pasajes sonoros relajantes y finos de boards of canada. dejaron quintos en una mesa y chaquetas cerca. alina ofreció 4 tiros cortos de coca. roberto lo rechazó. norberto jugó con una mano con un perrillo de dos palmos de largo que brincaba cerca. corina levantó su escrito y reclamó atención: "aunque nadie dice haber invitado a la globalización abiertamente, forma ya tan parte de nosotros como nuestras edades, y aunque debido a su alcance podemos alucinar no perdemos edades, y con edades entro en mi viejo jodido dilema: ¿cómo dejar de hacer con lo que sabemos sobre todo competencia? a través de nuestra modernidad imperante el sexo ha fracasado restándole vigor a la muerte. sexo ya no es ni siquiera el baile que la muerte observa callada; ahora eso está en manos de una modernidad asquerosamente global, y se atasca en su deseo de revender edades con las que perder norte." tampoco interrumpió nadie mientras corina leía con tono exagerado. nadie aplaudió, todos privaron meditando. "no está nada mal pero dudo que se deje de hacer competencia con el conocimiento. de ahí precisamente viene el afán de supervivencia" dijo roberto. norberto pasó un peta a corina y dijo: "sí, cabrón, ya, ¿y qué me dices de que los competidores se lucren oprimiendo a los supervivientes que sobreviviendo ya compiten? no me jodas, anda, ¡tú y tu derecha incorregible!" reapareció el camarero espitoso con la cuarta ronda, la gratis. quitó cascos de la mesa baja. norberto y roberto discutían, alina ofrecía otras sustancias, corina liaba otro porro. entonces sonó ramones, d' you remember rock and roll radio?, y en el espacio 3, lleno ya, hubo segundos de bonito coreo general. otra vez terminaron los quintos y al terminarse el tema de ramones fueron al espacio 4. allí, sobre un butacón, en un rincón, una rubia gorda y un calvo bajo se sobaban vestidos los sexos. en la esquina opuesta, sobre un puf grande, dos lesbianas delgadas, tatuadas, tetudas, semidesnudas, se restregaban sin reparo. sonrieron los 4 observándolo todo antes de sentarse en pufs pequeños, rojos, elegantes. no había mesas. una barra repleta de porros, cubatas y sustancias cruzaba la sala en diagonal. una percusión diabólicamente veloz de aphex twin se distinguía entre voces, risas y goce. continuaron colocándose, todos salvo roberto. entonces llegó su turno: "tener edad para desafiar a la muerte es algo que poco se aprende a agradecer. por ejemplo porque cuesta menos rendirse a sexo y modernidad para dejarnos llevar, llevar por ahí sin desafíos. pero esa edad, o más bien dicho: todos los años hasta llegar a esa edad, quedarán reflejados en las carencias de los ingratos modernizándose, las que despacio van ayudándoles a desconocer sus edades. ¡es hora de juntar a la muerte que nos pretende follar mal con los que follan haciéndose los muertos!" el virgen paró de leer. eso era todo. los otros 3 habían estado a duras penas enterándose. el camarero llegó con la quinta ronda. alrededor de corina se movía un patito. intentó no pisarlo y enseguida vino un tipo con pinta de campero a llevárselo tras disculparse. por un sofá se veía en un extremo a un hurón preocupado por lo que veía y en el otro a un tirillas bastante ciego de mierda poco pura. roberto dirigía miradas a señores mayores que pasaban de él moviendo sus cabezas, diciendo no al bailar. norberto repasaba a las lesbianas. alina también. apenas sobraba espacio en el espacio 4. a corina le cabreaba ver tanto pasmarote acicalado. sacó cristal de su monedero, chupó un poco y les pasó lo que quedaba a norberto y alina. alcanzaron la séptima ronda. empezó a sonar sister ray de la velvet underground. alina no había leído todavía su opinión. un enorme maricón sonriente le pidió tabaco a rorberto, que no tenía. norberto empezó a ponerse jodidamente caliente viendo que se unía una tía a las lesbianas. el espacio saturado con sister ray empezó a resultar irrespirable. otro camarero (más espitoso) les trajo la segunda ronda gratis. norberto le dijo al oído a corina: "jodida mi suerte, ya ves, no se me permite unirme a esas tres y cuando este caos se creó me pilló como espermatozoide." corina le contestó: "¿por qué no te conformas con contarlo a tu manera? no es poco. al fin y al cabo escogiste periodismo, no follar ni montar un grupo." roberto y el sonriente comentaban lo bien y abierto que veían el lugar. para ambos era la primera vez allí. sister ray se alargaba y alargaba, coleando como un bichejo herido y tozudo. alina fue sola al meadero de mujeres. junto al lavamanos compartido una mujer de cara colorada y coletas verdes mamaba dos pollas no a la vez. nadie bailaba muy sensualmente en el espacio 4 pero roberto creía que todos allí estaban drogados y cachondos y pronto follarían. todos salvo él. alcanzaron la novena ronda y sister ray los quince minutos. norberto agarró de las caderas a sus compañeras, zarandeándose, zarandeándolas. en el centro del espacio un sesentón celebraba que aquello durase alzando con garbo a su zorrita. corina sonreía cerrando los ojos. roberto ansiaba pollas derechas (y a poder ser de derechas). norberto sentía cerca su punto de saturación sin retorno. conocía ese punto pero todo parecía ir a más en el cuatros. parecía que si alguien decidía irse entonces de allí sería el siguiente moderno muerto, sin sexo, sin edad. dieron las 4 de la madrugada. se acabó sister ray. bebieron la décima ronda y fumaron. roberto probó una calada de maría, sólo una. "¿visteis al de la zorrita?" preguntó corina. rieron diciendo sí los 3. "¿y las mamadas de la coletas junto a la pica? ¿la visteis?" preguntó alina. "ya picaban cuando fui yo" soltó norberto. rieron otra vez. el espacio iba despejándose. corina estaba insatisfecha con la falta de debate tras las lecturas y recordó que alina no había leído. "falta tu lectura" dijo señalándola. salieron juntos los cuatro del cuatros. "cierto" contestó alina. sin pensárselo dos veces sacó de un bolsillo su cuartilla y leyó: "¿quién modernizará la muerte? modos de morir o matar quiero decir, está claro. me lo pregunto por si alcanzamos edades en que el sexo nos aburra, nos canse, nos descoloque. y el sexo no ha igualado completamente a los seres (ni siquiera poniendo amor); pero: ¿la modernidad hará de morir algo más insignificante, ligero, incluso cotidiano?" compraron 4 latas de birra a un pakistaní insistente. "noto demasiado tinte poético. además, se supone que has de contestarte tú misma" dijo roberto. "¡ella opina sinceramente! ¡hasta donde le apetece llegar! ¡incita a contestar y es breve! ¡a mí me vale!" gritó corina. "vale, ¿y tú qué contestas?" le preguntó norberto. "que no" respondió corina. "en todo caso harán negocio de ello, de morir o matar, los insensibles, los malvados, pero eso no es nada moderno" añadió corina. "si silenciáramos avisos de la muerte con sexo menos vacío..." dijo norberto, pero no terminó la frase. 

siguieron caminando callados, colocados, despacio. tenían edad para ello. siguieron preguntándose si podría modernizarse la muerte, y si en ese caso podría pillarles al menos follando. 


17 
de julio 
de 2017, 
dsbrdr. 


(originalmente incluido 
en EL BUEN PULSO COLEA, 
autoeditado en diciembre de 2017)