infinidad
de cosas
que poco
encarta
decir, hacer, creer
poniéndose
una u otra piel,
por infinidad
de motivos
básicamente
éticos o estéticos.
para escribir
apasionadamente sobre ellas
no es necesaria
ética ni estética
ni encartar.
tampoco siempre
afinidad.
en todo caso sangre,
luz, pus
herida e
hiriente.
dejarse la piel
también, claro, toda.
hasta la infinidad...
desde otra barricada
en el punto de mira.
16
de julio
de 2013,
dsbrdr.
(originalmente incluido
en COLOR COGIDO,
autoeditado en enero de 2014)