del apetito
del veterano engañador,
del malestar silenciado de la oca,
de los lloros de contaminados
parajes piropeados,
de la medicación que toman
las noches salvajes
pa que un quirófano se use,
de la ternura con la que tiñe
el bellaco la belleza de capricho,
de antaño brutalidad imponiéndose
tergiversada ahora por más
de un chillón en más
de una falsa sobremesa,
de una ridícula porción
de una tarta de hielo que quema.
formamos parte también:
d' excusas pa dar cabida
a nuestras partes,
a nuestros potenciales,
a chisporroteos...
ahora cuéntale a otro
que los imbéciles
se lo están pasando de puta madre
poniéndose en forma,
apartándose del hielo que quema.
7
de marzo
de 2013,
dsbrdr.
(originalmente incluido
en ¡ESTRAGA!,
autoeditado en septiembre de 2013)