domingo, 11 de febrero de 2018

COSAS DE TENER FUEGO

20 años y no más repertorio
de maneras de caer en gracia
teníamos entre nenas
por marchosas que 
las fiestas fueran:
2 salidos inexpertos 
de poca labia
pasando metro 80,
con percha pero sin gancho,
con repelús 
por el centro de la pista.

los ritmillos 
eran impersonales,
atontadores, ligerísimos.
las resultonas 
acababan con macarras.
nuestra pasta daba pa pocas,
baratas, tibias tajas.

bien, pues volvíamos 
a pie sin prisa
en pleno invierno, 
de madrugada
por anchas calles industriales
sin descojone ni cacho pillao,
intentando recordar 
el chaflán del buga
cuando 2 macarras espitosos,
a 20 metros, desde otra acera,
nos pidieron gritando fuego.
¿fumetas majos en apuros?
desde párvulos nos juntábamos,
el pasmarote y el despistes.

habíamos empezado
apenas a buscar mechero
cuando en 2-3 segundos 
cruzaron la calle;
en la barriga algo punzante,
en los oídos: lo que lleves, 
venga, ya, todo, 
juégatela, rápido,
no estamos pa hostias.

mi extra del mes 
montando cámaras de vigilancia 
era 50 euros.
ninguna lo captó.
la suya 70 reparando coches.
ninguno nos socorrió.

en pocos años se metió
a poli el pasmarote
y el despistes en un hospital.


4
de enero
de 2017,
dsbrdr.


(originalmente incluido
en EL BUEN PULSO COLEA,
autoeditado en diciembre de 2017)