ella no conoció
residencia en la pureza...
una influencia egoísta
dirigía sus impulsos...
ella discrepó
de educación tradicional...
ocultando su procedencia
se dañó...
y perezosamente
meditó...
sobre la cama perfumada
que nunca compartía...
aburrida retuvo
lágrimas de niña...
pero sentía su secreto
orgullo dañado...
como un perdedor
en patético estado...
y la libertad
finalmente
resplandeció,
en las horas infelices
que nunca exprimía
sobre la cama perfumada
que nunca compartía...
perfecciones prometieron
visitarla algún día...
lecciones inesperadamente
aparecieron...
muertas se instalaron...
en su remordimiento.
entonces quiso huir
desconociendo adónde, cómo,
con quién ni por qué...
pero lágrimas de niña
delataron su verdad,
sobre la cama perfumada
que nunca compartía.
15
de marzo
de 2007,
dsbrdr.
(originalmente incluido
en OTR@S Y POCO MÁS,
autoeditado en noviembre de
2011)